Dichas máquinas están constituidas por una primera cámara de chapa, destinada al lavado.
El agua entra por medio de una tubería especial colocada en el centro del tambor y luego, acarreando consigo los elementos contaminantes, desborda a la descarga; el material, libre de contaminación, es extraído por tazas hechas a tal efecto con chapa perforada y es admitido, ya drenado, en una segunda cámara donde entra en contacto con agua limpia y seleccionado.