La máquina está compuesta por un cilindro de lavado, barril o tambor, apoyado sobre parejas de neumáticos que, pustos en movimiento por el grupo motor-reductor, imprimen al tambor un movimiento de rotacuión necesario para el avance en sentido contrario del lavado; el flujo del agua, en efecto, es contra corriente respeto a lo del material. En la primera sección del tambor el material sufre un primer lavado, es decir es enérgicamente lavado, mezclado y echo avanzar por medio de una serie de paletas adecuadamente orientadas.