Esos están equipados con un mecanismo interno a través del cual una masa, empujada por la fuerza centrífuga generada por la rotación, se mueve libremente desde el centro hacia la periferia. El desplazamiento de esta masa periférica crea una “excéntrica variable” que en la fase de partida (aceleración) pone en movimiento gradualmente la criba y en fase de parada (freno) se ralentiza gradualmente, sin generar vibraciones anormales.